viernes, 4 de marzo de 2011

La cuestión fiscal y la autonomía municipal

Es ahora, con estos proyectos de inversión urbana municipal y privada, como barrios altos, el centro financiero y Lurín, que se estaría dando un gran reto al desarrollo de la ciudad y donde tendría mucha importancia la implementación de esquemas, que aseguren por una parte la provisión de infraestructuras necesarias para promover y sustentar procesos de crecimiento económico, y por otra que propicien incrementos sustanciales en la calidad de vida de los habitantes de dichas zonas a intervenir.
Es evidente que el financiamiento del desarrollo urbano se va a dar dentro de un proceso de cambio global, y donde la cuestión fiscal municipal, va a desempeñar papel importante en la estructurizacion de los nuevos patrones que se den, debido a que estos proyectos puntuales, de cambio de disposición territorial de población y actividades, y que unido a una progresiva consolidación de procesos económicos locales, va a crear mas autonomía por parte de la comuna, y eso presagiaría la perdida de la hegemonía del gobierno central, como ente conductor absoluto de los procesos sociales, económicos e institucionales, en un momento en donde, existe una gran crisis fiscal estatal y de credibilidad.


Es por eso que se hace necesario racionalizar y fortalecer la estructura municipal y crear mecanismos novedosos, que contribuyan a consolidar una base sustentable de ingresos a los directamente implicados, en términos de equilibrio y regularidad, asegurándose así un respaldo social, por cuanto al hacerse evidente las relaciones entre fuente de ingreso y destino de los mismos, es posible lograr una positiva apreciación por parte de la comunidad y sus actores principales.

Un plan regulador para el centro histórico?
Un ejemplo digno de tomarse en cuenta es el de la ciudad de Bolonia en donde a comienzos de los 60', fue encomendado para la labor de Concejal de Urbanismo de la ciudad, el arq. Giuseppe Campos, y conjuntamente con Benévolo y Cerdeña, se encargaron de elaborar un "Plan Regulador del Centro Histórico", en el cual., la intervención de proyectos parciales seria solo ejecutiva, debido a que cuando se han dado como un proyecto especifico, han estado ubicados casi siempre fuera del contexto arquitectónico general. Como por ejemplo, un balcón restaurado en una esquina, sustraía al propio monumento de una parte indispensable de su valor, y que por lo tanto, el cuidado del conjunto no toleraba amputaciones importantes de la denominada "arquitectura menor", por lo tanto la intervención del centro histórico se tendría que hacer como Conjunto.- Garantizando la calidad de cada intervención arquitectónica singular, sin tener que pasar por los sucesivos "planes parciales", y sin estar por tanto obligados, al imposible acuerdo preventivo, de todas las propiedades, ni tampoco tener que implicar al municipio para cubrir financieramente el absentismo de los propietarios.

Es así que se adopto como regla general en toda Italia, que el "plan general" es el que fija el tipo de intervención y el "parcial" es solamente el ejecutivo. Una de las primeras acciones que se tomaron en Bolonia, por lo mas interesante, fue la de clasificar a los edificios, según las diversas modalidades de intervención -por ejemplo desde la conservación únicamente volumétrica y funcional de los edificios modernos ya realizados, hasta la propuesta de eliminación radical de las afrentas mas graves y en nuestro caso se agregaría, la eliminación de los edificios al borde del colapso.

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